Buenas prácticas en soluciones de alta tecnología

Thales está utilizando tecnología digital para impulsar la optimización ambiental en el funcionamiento del ferrocarril. Desde incendios e inundaciones hasta eventos climáticos extremos.  El cambio climático es ya una evidencia. Se necesitan acciones urgentes para proteger el planeta para las generaciones futuras, y eso significa reducir nuestra dependencia del petróleo, el gas y el carbón.

Con nuevos récords de temperatura y condiciones climáticas extremas, el cambio climático es una amenaza real y creciente. El ferrocarril juega un papel vital en contrarrestar los peligros del cambio climático al mismo tiempo que colaboran con la economía y conectan a las personas.

Si bien las emisiones totales del transporte en Europa han aumentado un 29% en las últimas tres décadas, las emisiones ferroviarias han disminuido drásticamente, a pesar del aumento del número de pasajeros y del volumen de mercancías. La carga transportada por ferrocarril es casi nueve veces menos contaminante que la transportada por carretera. Los viajes de pasajeros por ferrocarril también producen emisiones mucho más bajas que los viajes equivalentes por otros medios de transporte.

Thales desarrolla sistemas complejos de inteligencia artificial (IA) que promueven la IA eco-responsable basada en el aprendizaje y el conocimiento y consumen menos energía.

Los sistemas de ayuda al conductor (GreenSpeedTM), los sistemas de gestión del tráfico (TMS) y los sistemas para gestionar el funcionamiento automático de los metros (GreenCBTC) y de los trenes autónomos (RailBotTM) optimizan el consumo de energía mediante estrategias de conducción cuidadosamente definidas y calculando perfiles óptimos de aceleración y frenado en tiempo real.

La anticipación de incidentes en la red también es un factor importante para reducir las paradas imprevistas de trenes causadas por obstáculos en las vías. Equipado con sensores conectados de alto rendimiento, un tren o metro podrá detectar cualquier obstáculo en su propia vía, pero también en vías paralelas, para alertar automáticamente a los equipos de vía, planificar el trabajo en el sitio o incluso resolver el problema de forma remota, ayudando a ahorrar energía.

Los sistemas de supervisión de la estación analizarán el consumo de energía en tiempo real. Sus sensores determinarán las necesidades energéticas exactas en función de los flujos de pasajeros, por ejemplo, para garantizar que el consumo de energía coincida al máximo posible con los requisitos, al tiempo que garantizan los niveles de rendimiento esperados y sin sacrificar la comodidad de los pasajeros. Podemos asumir legítimamente que la densificación del flujo de pasajeros reducirá el número de viajes en automóvil, que consumen más energía (en carbono generado por persona y por km recorrido) que el tren, que sigue siendo un medio de transporte muy ecológico.