Los hematocritos son una medida fundamental en la sangre, representan el porcentaje de glóbulos rojos en relación con el volumen total de sangre. Un nivel adecuado de hematocritos es esencial para el correcto funcionamiento del cuerpo, ya que los glóbulos rojos son responsables de transportar oxígeno a través de los vasos sanguíneos a todas las células del cuerpo. Cuando los niveles de hematocritos son bajos, se pueden producir una serie de problemas de salud que requieren atención médica. En este artículo, se explora en profundidad qué son los hematocritos, qué significa tener bajos hematocritos, las causas de esta condición, sus síntomas y cómo se puede tratar.
¿Qué son los hematocritos?
Antes de profundizar en los bajos hematocritos, es importante entender qué son los hematocritos y su papel en el cuerpo. La sangre está compuesta por varios componentes, entre ellos los glóbulos rojos, los glóbulos blancos, las plaquetas y el plasma. Los glóbulos rojos contienen una proteína llamada hemoglobina, que es esencial para el transporte de oxígeno desde los pulmones hacia el resto del cuerpo, y para llevar el dióxido de carbono de vuelta a los pulmones para su eliminación.
El hematocrito se refiere al porcentaje de la sangre total que está constituido por glóbulos rojos. Es un indicador clave de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno. Los niveles normales de hematocritos varían según la edad, el sexo y otros factores, pero generalmente oscilan entre el 40-50% en hombres y el 36-44% en mujeres. Cuando estos niveles caen por debajo del rango normal, se considera que la persona tiene bajos hematocritos o anemia.
Causas de los bajos hematocritos
Existen diversas causas que pueden llevar a una disminución de los hematocritos. Estas causas pueden ser temporales o crónicas, y es importante identificarlas para abordar el problema de manera efectiva.
Deficiencia de hierro
La deficiencia de hierro es una de las causas más comunes de bajos hematocritos. El hierro es un componente crucial de la hemoglobina, y sin suficiente hierro, el cuerpo no puede producir la cantidad necesaria de glóbulos rojos. Esto lleva a una disminución en los niveles de hematocritos. La deficiencia de hierro puede deberse a una ingesta insuficiente a través de la dieta, problemas de absorción de hierro en el tracto gastrointestinal o pérdida de sangre, como ocurre en las menstruaciones abundantes.
Pérdida de sangre
Cualquier forma de pérdida de sangre, ya sea aguda o crónica, puede llevar a bajos hematocritos. Las hemorragias internas, cirugías, lesiones traumáticas o enfermedades como las úlceras gástricas pueden causar una pérdida significativa de glóbulos rojos, reduciendo así el nivel de hematocritos. En mujeres, la menstruación excesiva es una causa común de pérdida de sangre crónica que puede resultar en anemia.
Enfermedades crónicas
Las enfermedades crónicas, como la insuficiencia renal, enfermedades hepáticas o trastornos inflamatorios, pueden afectar la producción de glóbulos rojos. Por ejemplo, en la insuficiencia renal, los riñones no producen suficiente eritropoyetina, una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos en la médula ósea. Esto puede llevar a bajos hematocritos.
Deficiencia de vitamina B12 y ácido fólico
Estas vitaminas son esenciales para la producción de glóbulos rojos. La deficiencia de vitamina B12 o ácido fólico puede interrumpir la producción de glóbulos rojos, lo que conduce a bajos hematocritos. Esta deficiencia puede deberse a una dieta inadecuada, problemas de absorción intestinal o condiciones como la anemia perniciosa.
Enfermedades de la médula ósea
Trastornos que afectan la médula ósea, como la leucemia, el linfoma o la anemia aplásica, pueden interferir con la producción de glóbulos rojos, lo que resulta en bajos hematocritos. Estas condiciones suelen ser graves y requieren atención médica especializada.
Deshidratación
Aunque menos común, la deshidratación severa puede concentrar temporalmente los glóbulos rojos y dar una lectura falsamente baja de hematocritos cuando se rehidrata el cuerpo.
Síntomas de niveles bajos
Los bajos hematocritos pueden causar una variedad de síntomas, que varían en gravedad dependiendo de cuán bajos sean los niveles y la causa subyacente. Los síntomas comunes incluyen:
- Fatiga y debilidad: La falta de oxígeno en los tejidos puede hacer que te sientas cansado y débil, incluso después de descansar.
- Palidez: Una disminución en los glóbulos rojos puede hacer que la piel se vea más pálida de lo normal.
- Dificultad para respirar: La baja capacidad de la sangre para transportar oxígeno puede causar disnea o dificultad para respirar, especialmente durante la actividad física.
- Mareos y aturdimiento: La falta de oxígeno en el cerebro puede provocar mareos, aturdimiento o incluso desmayos en casos graves.
- Dolor de cabeza: Los bajos niveles de oxígeno en el cerebro pueden desencadenar dolores de cabeza recurrentes.
- Palpitaciones: El corazón puede latir más rápido o más fuerte en un esfuerzo por bombear más sangre rica en oxígeno a través del cuerpo.
Si experimentas estos síntomas, es fundamental consultar a un médico para realizar un análisis de sangre y determinar si los bajos hematocritos son la causa.
Diagnóstico
El diagnóstico de bajos hematocritos se realiza a través de un análisis de sangre completo, que mide el porcentaje de glóbulos rojos en la sangre. Además, se pueden realizar pruebas adicionales para determinar las causas subyacentes, como los niveles de hierro, vitamina B12 y ácido fólico, y la función renal y hepática.
Es posible que tu médico también ordene pruebas para identificar pérdidas de sangre internas, como una endoscopia o colonoscopia, si se sospecha de una hemorragia gastrointestinal.
Tratamiento para bajos hematocritos
El tratamiento de los bajos hematocritos depende de la causa subyacente. A continuación, se presentan algunas estrategias comunes de tratamiento:
Suplementos de hierro
Si la deficiencia de hierro es la causa de los bajos hematocritos, los suplementos de hierro son el tratamiento de primera línea. Estos suplementos pueden ser orales o, en casos más graves, intravenosos. Es importante tomar los suplementos de hierro según las indicaciones del médico, ya que el exceso de hierro también puede ser perjudicial.
Suplementos de vitamina B12 y ácido fólico
Para las deficiencias de vitamina B12 y ácido fólico, se pueden recetar suplementos vitamínicos. En algunos casos, especialmente con la anemia perniciosa, se pueden requerir inyecciones de vitamina B12.

Tratamiento de enfermedades subyacentes
Si una enfermedad crónica está causando bajos hematocritos, es crucial tratar la condición subyacente. Por ejemplo, en la insuficiencia renal, se puede administrar eritropoyetina sintética para estimular la producción de glóbulos rojos. Para enfermedades de la médula ósea, el tratamiento puede incluir quimioterapia, radioterapia o trasplante de médula ósea.
Cambios en la dieta
Incorporar alimentos ricos en hierro, vitamina B12 y ácido fólico en la dieta puede ayudar a mejorar los niveles de hematocritos. Estos alimentos incluyen carnes rojas, legumbres, verduras de hoja verde, y cereales fortificados.
Transfusiones de sangre
En casos graves de anemia con síntomas severos, puede ser necesario realizar transfusiones de sangre para aumentar rápidamente el número de glóbulos rojos y mejorar los niveles de hematocritos.
Prevención de bajos hematocritos
Para prevenir bajos hematocritos, es importante mantener una dieta equilibrada rica en hierro, vitamina B12 y ácido fólico. Además, es crucial manejar adecuadamente las condiciones médicas crónicas y evitar factores que puedan contribuir a la pérdida de sangre.
También es recomendable realizar análisis de sangre regulares, especialmente si tienes factores de riesgo o antecedentes familiares de anemia. Estos análisis pueden ayudar a detectar cualquier problema de hematocritos antes de que se convierta en un problema grave.
Relación entre los hematocritos y la hemoglobina
Los hematocritos y la hemoglobina están estrechamente relacionados, ya que ambos son indicadores clave de la salud de los glóbulos rojos en la sangre. Los hematocritos representan el porcentaje de glóbulos rojos en el volumen total de sangre, mientras que la hemoglobina es la proteína dentro de esos glóbulos rojos responsable de transportar oxígeno. Cuando los niveles de hematocritos son altos, esto suele coincidir con una alta concentración de hemoglobina, ya que un mayor número de glóbulos rojos generalmente contiene más hemoglobina. Sin embargo, ambos pueden estar elevados debido a condiciones como la policitemia, que aumenta la producción de glóbulos rojos, lo que lleva a un aumento tanto en los hematocritos como en la hemoglobina, haciendo que la sangre se vuelva más espesa y aumentando el riesgo de problemas cardiovasculares.
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