En japón se incentiva la producción de energía renovable mientras en españa se dificulta su supervivencia

parque solar de kagoshima, en japón.

Hace unos meses, en el sud-oeste del archipiélago de Japón se inauguró la mayor central solar fotovoltaica japonesa. Después de la catástrofe nuclear de Fukushima, Japón está muy sensibilizado con la energía nuclear y busca soluciones energéticas amigables con el medio ambiente que puedan sustituir de manera eficiente las centrales nucleares. La intalación de la planta solar «Kagoshima Nanatsujima Mega Solar Plant ” es un ejemplo. 290 000 paneles solares repartidos en 1,27 millones de metros cuadrados generan una potencia de 70 megavatios capaz de producir electricidad para alrededor de 22 000 viviendas.

Fukushima ha puesto sobre la mesa la situación energética japonesa obligando a su gobierno a repensar los modos de producción buscando fuentes de energía renovables (agua, viento, sol, biomasa, energía geotérmica, etc) que puedan sustituir rápidamente la producción de energía que proviene de las centrales nucleares.

Para promover el uso de energías renovables y favorecer su adaptación el gobierno japonés ha lanzado un programa de incentivos económicos para que las compañías energéticas y los usuarios produzcan y consuman este tipo de energía. Gracias a esta iniciativa centrales energéticas solares como la de Kagoshima son posibles y rentables.

Mientras en Japón se promueve la investigación en tecnologías renovables y se incentiva su consumo en España el Real Decreto Ley sobre Energía pone todavía más dificultades a los productores de energías renovables y muchos de ellos se están planteando cerrar sus plantas de producción eléctrica.